El cuarto paro general contra las políticas del gobierno de Mauricio Macri tuvo un alto acatamiento, al punto que prácticamente se paralizó el país. Incidió principalmente en la inacción la falta de transporte público (trenes, subtes, colectivos, vuelos y la mayoría de los taxis), y por eso se vieron a lo largo y ancho de la Argentina postales de centros comerciales desiertos o con escasos transeúntes, y calles céntricas y autopistas con tránsito casi nulo, cuando en los videos diarios suelen aparecer convulsionados por tanto tráfico.
Hubo casos en que fueron obligados a asistir a los lugares de trabajo y otros en que no acataron la medida y llegaron “de cualquier manera” a cumplir sus tareas. Numerosos gremios decidieron unirse a la huelga nacional, entre ellos camioneros, aeronavegación, educación, salud, entidades bancarias, justicia, puertos y comercios.
El cuarto paro duplicó el costo del primeroAl evaluar la adhesión a la medida de fuerza, el sindicalismo fue duro con el Presidente y su política económica, y contra el FMI. “Lo más doloroso y lo que más bronca te da es ver a Macri bailando con sus mandantes, cuando tiene un paro nacional; le responde (al paro) bailando con el Fondo”, se quejó el secretario general adjunto del gremio de Camioneros, Pablo Moyano. Y agregó en conferencia de prensa: “dijimos que el paro no es contra Macri, es contra el FMI, y quedó ahora claro quien manda en el país”, subrayó.
Crisis y lucha sindical
Por su lado, el triunvirato que conduce la CGT, que convó al paro junto con el moyanismo y las tres CTA, destacó la “contundente” adhesión a la medida, y volvió a cuestionar el modelo económico.
“La renuncia de Caputo (al Banco Central) demuestra las tensiones internas del Gobierno”, lanzó Juan Schmid, el primero en hablar. Y apuntó: “estamos ante una crisis descomunal que comenzó en el campo económico, se trasladó al político y se agrava en el plano social”. “Lo que ganamos en la mesa paritaria la perdemos al otro día en el supermercado”, lamentó el sindicalista.
Balance del paro: la CGT le exige al Gobierno que “corrija el rumbo económico”“Desde la CGT aspiramos a que haya un cambio de plan económico porque éste ha fracasado, y está condenado a estar en un laberinto con mayor atraso y pobreza”, aseguró Schmid.
Por su lado, Héctor Daer remarcó que el paro “es para decirle al Gobierno que hay que cambiar de rumbo” y le pidió al Presidente que “deje de mirar desde Ezeiza para afuera y se pare en la Cordillera”.
“No hay dato empírico que permita decir que, con un plan de gobierno con consecuencias sociales impredecibles, como el de ahora, podamos salir adelante con nuestro país”. Luego de considerar que hubo un “alto acatamiento” al paro, Daer negó que esa central obrera esté “propiciando” la salida”anticipada de Macri del Poder Ejecutivo. Así se diferenció de la CTA Autónoma de Pablo Micheli, quien planteó que el Gobierno debe “dar un paso al costado” si el rumbo económico no es rectificado.
En tanto, Carlos Acuña advirtió que la CGT “está teniendo paciencia, pero se pone al frente de los justos reclamos para que el pueblo tenga trabajo y sea feliz”. Apuntó que central obrera “va a estar al frente de la lucha” para obligar al Gobierno que cambie “porque así vamos muy mal”, concluyó.
También el jefe del gremio de camioneros, Hugo Moyano, evaluó el paro de ayer. Consideró que “el pueblo está diciendo basta” a las políticas económicas del Gobierno nacional.
En la conferencia de prensa en la sede de Camioneros acompañado por gremialistas que integran el Frente Sindical, aseguró que “fue humillante para los argentinos ver bailar a Macri mientras el pueblo está reclamando en las calles”, en referencia a la gala durante la entrega del premio al Presidente otorgado por la fundación Atlantic Council en Nueva York. Y advirtió el dirigente que si desde el Gobierno “no hay respuestas, habrá una intensificación del plan de lucha”.